Buenos Aires. Un
cadáver en estado putrefacto fue encontrado en la chimenea de una finca en la
comunidad de Junin. Hace 25 días que
había desaparecido el joven que murió en el intento de entrar por la chimenea.
Los propietarios se
percataron por el mal olor que había y porque caían gusanos por el conducto.
Para sacarlo tuvieron que romper el muro. El cuerpo sin vida de Jonatan Puente
fue recuperado el pasado domingo por bomberos de Junín, en el noroeste de la
provincia de Buenos Aires, después de ser avisados por los dueños de la
vivienda.
De acuerdo con las
investigaciones iniciales, se cree que la noche del miércoles 10 de julio, el
mismo día en que su familia denunció su desaparición, Jonatan trató de entrar a
hurtar en esa casa, propiedad de un médico, ya que sabía que sus dueños sólo la
ocupaban los fines de semana. Puente cortó una cerca perimetral y los cables de
electricidad, se quitó las zapatillas, dejó la mochila y pretendía acceder
silenciosamente por la chimenea. Pero nunca logró decender. Si bien hoy le
practicarían la autopsia al cuerpo, fuentes de la investigación anticiparon que
el ladrón pereció por asfixia y “no tuvo muchas horas de supervivencia”.
Aunque resta
corroborar oficialmente la identidad de la víctima a través de la formalidad de
un examen de ADN, la vestimenta posibilitó a la familia de identificar al
joven, que murió asfixiado, según reveló la autopsia.
Fuentes del caso
indicaron que el fallecido tenía antecedentes delictivos relacionados con robos
en propiedades.
También señalaron que
el joven tenía serios problemas de adicción a las drogas y estaba en
tratamiento para dejarlas. “Caminaba al margen de la ley pero no era un
delincuente peligroso. Era un chico con serios problemas de adicción, que lo
llevaban a cometer delitos”, comentó una fuente judicial que lo conocía.
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