Un tren atropelló a un elefante próximo a la aldea de Matari (India), donde cada día van 15 elefantes de su manada, que se congregan tanto para 'llorar' a su compañero caído, como para "vengarse".
Luego de la tragedia
todos los días los paquidermos llegan al lugar del suceso, lo que angustia a
los vecinos, pues los elefantes han paralizado el servicio de trenes y han
provocado daños en las casas en las inmediaciones, derribando parcialmente un
inmueble de la escuela. Algunos lugareños suponen que los elefantes vienen para
vengar a su congénere arrollado por el tren.
Aunque los vecinos
trataron ahuyentarlos con petardos, ruido que espantaría a casi a cualquier
animal, los elefantes se mantienen cerca de la vía del tren. Según los
expertos, los elefantes retornan al lugar no por entender que ahí murió un
camarada, sino "para intentar rescatarlo", escribe el portal
Examiner.
La doctora Srivastava
de la ONG Wildlife opina que la manada sostiene un vínculo tan fuerte entre sí
que, posiblemente, seguirán asistiendo a diario a buscar a su compañero muerto.
Sin embargo, otros creen que los elefantes sí comprenden que han perdido a uno
de los suyos y consideran que su llegada es una forma de duelo.
Según los expertos,
cuando un elefante fallece en su hábitat natural, otros miembros de la manada
lo cubren con ramas y palos en una especie de rito funerario.
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